Si te gusta el estilo vintage no es necesario que te gastes una gran cantidad de dinero en muebles de anticuarios. Una idea sencilla es recoger muebles de familiares que ya no quieren, restaurarlos y personalizarlos a tu gusto.
Para tu comedor puedes utilizar sillas de diferentes modelos, una mesa antigua y una lámpara que bien podría haber pertenecido a tu madre o a tu abuela. Estos muebles quedarán impecables con una sencilla restauración y una mano de pintura.
Para restaurar un mueble de madera lo primero que necesitaremos será impregnar toda la superficie del mueble con decapante para asegurarnos que eliminamos el barniz o pintura de la madera y recuperar su originalidad.
El decapante lo pondremos con una brocha gorda y en sentido circular asegurándonos de que todo el mueble está cubierto con él. Para quitar el decapante usaremos una espátula.
Seguiremos la restauración con un lijado de la superficie del mueble que deberá hacerse siempre en sentido de la veta. Una vez acabado el lijado deberemos asegurarnos de quitar todo el polvillo barriendo el mueble con una brocha grande y suave.
Si el mueble está infectado por carcoma lo mejor que podemos hacer es echar un insecticida para carcoma. Lo pondremos con una jeringuilla en los agujeros que veamos. No estaría de más acabar con una dosis de insecticida esparcida por todo el mueble para asegurarnos de que acabamos con toda la carcoma posible.
Una vez secado el mueble, deberemos reparar la madera de los agujeros y del paso del tiempo con una cera de emplastecer que pondremos con un formón que servirá también para quitar el exceso de cera una vez seca. Volveremos a lijar para que la superficie quede totalmente lisa.
Deberemos poner un tapaporos para impermeabilizar el mueble y por último procederemos al barnizado, tinte o pintado del mueble. Y ya tendremos listo nuestros elementos para darle un toque vintage a nuestro hogar.
