Las vallas de jardín son la carta de presentación de nuestra casa. Es un elemento que no podemos dar de lado porque puede marcar la diferencia. Sin duda es algo a tener en cuenta si queremos un mantenimiento de jardín perfecto.
El jardín es una parte de las partes más especiales de nuestro hogar. Cuando llega el buen tiempo pasamos largas horas disfrutando en él, es el lugar de encuentro por excelencia con amigos o familiares y el rincón favorito de la casa para descansar, desconectar y relajarnos.
Además, el jardín es uno de los lugares más divertidos a la hora de decorar una vivienda. Las posibilidades de colores, elementos disponibles, vegetación y distribución del espacio, dan mucho juego a la imaginación y las posibilidades son prácticamente inagotables.
Tipos de vallas de jardín
Uno de los recursos decorativos que más visten y mejoran el aspecto son las vallas de jardín que los limitan y adornan. Las vallas de jardín nos hablan por adelantado del estilo que ocupará el lugar, de su diseño y del gusto de los propietarios.
Existen varios tipos de vallas. En función del efecto visual, de la protección y de la privacidad que busques para tu jardín, podrás decantarte por unas vallas u otras:
Vallas de madera
Proporcionan una gran elegancia y estilo al lugar en el que son colocadas. Dependiendo de los diseños elegidos podremos encontrar vallas más rústicas, tradicionales o modernas. Se les puede añadir multitud de recursos decorativos como jardineras, puertas e iluminación.
Las vallas de madera pueden utilizarse tanto para delimitar espacios dentro del propio jardín hasta como método para aumentar la privacidad y protección de nuestra casa.
En cuanto al mantenimiento, este dependerá del tipo de madera elegida y la resistencia que ésta presente frente a las inclemencias del tiempo. No obstante, las vallas de madera siempre serán más sensibles que otros materiales ante las inclemencias del tiempo.
Vallas de hierro
Se caracterizan por ser resistentes y duraderas. Además destacan por su estilo inconfundible diseño decorativo y ornamental. Se trata de un material que destaca sobre otros debido a su carácter elegante y formal.
Este tipo de vallas de jardín son totalmente personalizables y se podrá elegir entre una alta variedad de patrones (lisos, curvos, con flores, ornamentos u otros motivos decorativos).
El mantenimiento de este tipo de vallas es muy cómodo pues son muy resistentes y pueden durar muchos años. Además, si lo que buscas es una buena protección para tu hogar, las vallas de hierro son la mejor opción ya que una vez instaladas es complicado que puedan ser derribadas.
Por lo general, las vallas de hierro están formadas por pequeñas barras delgadas con espacios entre ellas. Este estilo, permitirá proteger y delimitar tu parcela sin por ello tener que “bloquear” la visión del paisaje.
Vallas de brezo
Colocar brezo en la valla es la mejor opción para evitar miradas y conseguir la privacidad deseada en nuestro jardín. El brezo a parte de delimitar y ocultar nuestro terreno cumplen una gran función estética adornando y ambientando nuestro jardín.
El brezo es un producto natural que podrá encontrarse en todos los tamaños y formas y brindará a nuestra parcela intimidad y estilo haciendo que luzca más gracias a su agradable presencia a la vista.
Se trata de un material 100% natural de gran calidad y duración. Una de las características más atractivas es que no necesitan mantenimiento.
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