Frente a una instalación de gas lo más importante es la prevención, fruto de un mantenimiento adecuado. Sin embargo, y pese a nuestras precauciones, no siempre las cosas salen como esperamos y surgen problemas.
Ante un escape de gas lo más importante es actuar con rapidez.
Si notamos el mínimo olor a gas en la casa o el negocio, nuestra primera reacción debe de ser cerrar la llave de paso y generar corriente de aire, consiguiendo la máxima ventilación posible. Abre todas las puertas y ventanas para que el gas salga al exterior. Mientras estemos en el interior, no debemos de conectar ningún aparato eléctrico, ni tan siquiera encender la luz para evitar que un posible cortocircuito o chispa pueda generar en una posterior explosión.
Si el olor a gas es muy intenso, es mejor salir fuera rápidamente y avisar a cualquier otra persona que se encuentre cerca del lugar para que se aleje de inmediato. Una vez fuera, llama al servicio técnico o a los bomberos con un teléfono móvil.
Y ante todo, mantén la calma.
