¿Por qué tener que elegir un color de azulejo para el baño o la cocina cuando podríamos tener algo que fuera cambiando de color convirtiendo la estancia en un lugar más dinámico, menos aburrido?
¡Ahora se puede!
Con la nueva tecnología Moving Color se ha conseguido crear baldosas que cambian de color según la temperatura que haya en el ambiente. Se trata de azulejos sensibles al calor, ya sea al contacto con un cuerpo, un líquido o la temperatura.
Con ellos, tus paredes, suelos, chimeneas, cristaleras o encimeras pueden pasar del color azul al rojo ¡en cuestión de segundos! Los azulejos están fabricados en cristal y cerámica y los hay de diferentes tamaños, texturas y colores, para lograr el aspecto deseado. Los clientes pueden elegir también la temperatura de activación, la gama de colores pasa por las tres fases al alcanzar la temperatura máxima, volviendo a su tonalidad natural una vez desciende la temperatura.
La decoración basada en este tipo de baldosas suele dejar satisfechos a los usuarios que deciden colocarlas en la bañera o la ducha. Además destaca la calidad del material, duradero y firme a la par que sumamos ese plus tecnológico. El agua o simplemente el vapor del agua provoca una transformación muy acogedora de las tonalidades de estos azulejos y convierten tu baño en un espacio único.
No obstante existe un handicap llamado precio, ya que estos azulejos no son baratos. Su precio medio suele rondar los 14 euros por baldosa de 4×4 centímetros.