La cocina es el lugar de la casa donde más grasa se acumula y muchas veces es muy complicado eliminar la grasa de las ventanas. Sobre todo esta tarea se complica si su limpieza no suele ser diaria. Muchas veces dejamos pasar meses sin darle una limpieza a las ventanas.
La grasa se adhiere a las ventanas y puede crear más de un quebradero de cabeza. Hay que veces que por más que frotes es muy complicado eliminar la grasa de las ventanas.
Pero hay algunos trucos que pueden ayudarte a eliminar la grasa y que tus ventanas queden como nuevas.
Quitar las manchas persistentes de los cristales ya no te parecerá tan difícil.
Eliminar la grasa de las ventanas con alcohol
Es un truco casero para eliminar la grasa de las ventanas que es muy eficaz.
Mezcla agua con alcohol y cuando ya tengas el producto bien mezclado, aplícalo sobre el cristal con una esponja.
Si las manchas son muy persistente, puedes coger una bola de periódico y frotar sobre toda la ventana. Seguro que desaparecen todas las manchas de grasa de las ventanas.
Amoníaco
Utiliza amoníaco para eliminar la grasa de las ventanas. Hace el efecto de un desinfectante muy eficaz.
Se recomienda no mezclarlo con otros productos para evitar reacciones alérgicas.
Echa un chorrito en agua, una cucharada más o menos y limpia tus cristales hasta que no quede ni una sola ,mancha.
En este caso puedes volver a usar el papel de periódico como herramienta.
Cebolla
La cebolla además de ayudarnos a elaborar remedios caseros contra la tos y el acné, puede ser un desengrasante perfecto.
Quita las primeras capas de la cebolla y restriega todo el cristal con ella.
Después pasa un paño húmedo para quitar la suciedad que haya quedado y verás como te quedan unos cristales relucientes.
Desengrasante
Utilizar un buen desengranaste puede ser la solución más eficaz a la hora de eliminar la grasa de las ventanas.
El truco está en empezar de arriba abajo y con movimientos rápidos para evitar rayajos en los cristales.
Además tienes que tener en cuenta que la lluvia y el sol pueden dificultar tu tarea de limpieza. Con lo cual es mejor elegir un día nublado para limpiar tus cristales.
Prueba primero solo con el amoníaco y el papel de periódico. Si la suciedad o pegoste persisten, inténtalo con tu desengrasante habitual para terminar de eliminar grasa de las ventanas.
¡En pocos minutos tendrás las ventanas relucientes!